LONDRES (Reuters) - “Así que él puede ir al retrete y yo no?”, pregunta un irritado cliente en un restaurante de Londres. “Es un derecho humano básico”.
El local impidió el paso por un día a uno de cada de tres clientes para llamar la atención sobre el hecho de que una de cada tres personas en el mundo no tiene acceso a un inodoro, unas 2.300 millones de personas.
Caras con expresiones confundidas y respuestas airadas se vieron todo el día, especialmente cuando el actor que hacía de miembro del personal del restaurante decía que había otro baño disponible a unos pocos kilómetros.
La intervención fue realizada por la fabricante británica de productos para la limpieza de baño Harpic, previa a la conmemoración del Día Mundial del Retrete, organizado por Naciones Unidas.
Casi 1 millón de personas mueren por enfermedades vinculadas a agua contaminada, falta de condiciones sanitarias y de higiene poco óptimas, según cifras de la Organización Mundial de la Salud, UNICEF y la Unión Internacional para las Telecomunicaciones (UIT).
Escrito Patrick Johnston. Editado en español por Janisse Huambachano